Qué es la Terapia de Aceptación y Compromiso
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es un enfoque de psicoterapia que ha cobrado relevancia en el campo de la psicología clínica debido a su efectividad clínica y su utilidad para ayudar a las personas a vivir una vida más auténtica y significativa. Forma parte de la tradición de la Terapia Cognitivo-Conductual de la que deriva y comparte muchos procesos integrados en la ciencia conductual básica.
ACT se define funcionalmente en términos de un conjunto de procesos basados en la práctica de mindfulness, aceptación y trabajo con valores, aplicados para abordar las formas disfuncionales en las que las personas «se atascan» en su vida. Estas formas de quedar atrapados pueden encontrarse en una amplia gama de presentaciones y entornos, y las técnicas de tratamiento con ACT también funcionan bien en una gran variedad de áreas.
Al igual que una persona puede quedar atrapada en un ciclo de evitación con la depresión, puede atraparse con adicciones, ansiedad, dolor, preocupaciones sobre la imagen corporal, obsesiones, etc. La evidencia confirma que estos procesos desadaptativos (por ejemplo, evitación de sentir emociones, inactividad, rumiación) a los que se dirige ACT predicen una amplia gama de problemas, y el uso de ACT para dirigirse a estos procesos conduce a mejoras en una variedad de presentaciones clínicas.
La Terapia de Aceptación y Compromiso opera desde la perspectiva de que el dolor y el sufrimiento son partes inevitables de la vida. En lugar de tratar de controlar o evitar el dolor y el sufrimiento, el terapeuta alienta a las personas a aceptar y dar cabida a estas experiencias.
Qué significa ACT
La Terapia de Aceptación y Compromiso se resume con el acrónimo ACT, que básicamente significa:
- Aceptar pensamientos y sentimientos y estar presente
- Comprometerse en una dirección valiosa hacia la que vivir
- Tomar acciones sabias y correctas hacia los valores
Efectividad de la Terapia de Aceptación y Compromiso
ACT es un tratamiento con amplio apoyo empírico de eficacia, con centenares de ensayos clínicos aleatorizados que la respaldan desde sus inicios en 1986 (véase: Association for Contextual Behavioral Science, 2023). Tiene la mayor cantidad de investigaciones que respaldan su eficacia en el tratamiento de la depresión, la psicosis, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo y el dolor crónico (Hayes, 2021).
Componentes clave de la Terapia de Aceptación y Compromiso
Vivir en el Momento Presente (consciente aquí y ahora)
Entrar en contacto con el momento presente significa estar psicológicamente consciente: conectar de forma despierta con lo que está ocurriendo en ese momento y participar en ello. Nos cuesta mucho estar presentes. Al igual que todos los seres humanos, sabemos lo fácil que es quedarnos atrapados en nuestros pensamientos y perder el contacto con el mundo que nos rodea. Podemos pasar mucho tiempo absortos en pensamientos sobre el pasado o el futuro. O, en lugar de ser plenamente conscientes de nuestra experiencia, podemos funcionar con automatismos e inercias, que aprendemos desde pequeños.
Entrar en contacto con el momento presente significa llevar con flexibilidad nuestra conciencia al mundo físico que nos rodea o al mundo interno de emociones y significados que llevamos dentro, o a ambos simultáneamente. También significa prestar atención conscientemente a nuestra experiencia aquí y ahora, en lugar de dejarnos llevar por nuestros pensamientos u operar con el «piloto automático”.
Defusión Cognitiva (Los pensamientos no son hechos)
La defusión cognitiva se refiere a separar los pensamientos de su impacto emocional y su influencia en el comportamiento. Defusionarse significa aprender a «dar un paso atrás» y crear distancia de nuestros pensamientos, imágenes y recuerdos. En lugar de quedarnos atrapados en pensamientos o ser dominados por ellos, los dejamos ir y venir como si fueran coches que pasan por delante de nuestra casa.
Damos un paso atrás y observamos nuestros pensamientos en lugar de enredarnos en ellos. Vemos nuestros pensamientos como lo que son: ni más ni menos que eventos mentales: palabras, imágenes y significados. Los sostenemos con suavidad en lugar de aferrarnos a ellos con fuerza.
Aceptación (abrirse a la experiencia)
La aceptación en ACT implica estar dispuesto a experimentar y permitir pensamientos, emociones y sensaciones desagradables sin intentar suprimirlos o evitarlos (evitación experiencial). Significa abrirse y dar espacio a los sentimientos, sensaciones, impulsos y emociones dolorosas.
Dejamos de luchar, les damos un respiro y les permitimos ser como son. En lugar de intentar suprimir, resistirse, huir, o sentirnos abrumados por ellas, nos abrimos a ellas y las dejamos ser. (Esto no significa que nos gusten o que nos parezcan bien. Simplemente significa hacerles sitio). Es una forma poderosa de dejarse en paz a uno mismo que reduce la lucha interna y el sufrimiento asociado.
El yo como contexto (conciencia pura)
En el lenguaje cotidiano, hablamos de la «mente» sin reconocer que hay dos elementos distintos: el “yo pensante” y el “yo observador”. Todos estamos muy familiarizados con el yo pensante: esa parte de nosotros que siempre está rumiando, generando pensamientos, creencias, recuerdos, juicios, fantasías, planes, etc. Pero la mayoría de la gente no está familiarizada con el yo observador: el aspecto de nosotros que es consciente de todo lo que pensamos, sentimos, percibimos o hacemos en cualquier momento.
Otro término para ello es «conciencia pura». En ACT, el término técnico es el “yo como contexto”. Por ejemplo, a lo largo de tu vida, tu cuerpo cambia, tus pensamientos cambian, tus sentimientos cambian, tus roles cambian, pero el «tú» que es capaz de notar u observar todas esas cosas nunca cambia. Es el mismo «tú» que ha estado ahí toda la vida.
Esta parte de nosotros es consciente del contexto en que todo sucede, es capaz de observar y reflexionar sobre sus experiencias internas. Esto ayuda a distanciarse de la identificación excesiva con los pensamientos y a conectarse con una parte más profunda y auténtica de uno mismo.
Clarificación de Valores (Saber lo que es importante)
En el fondo de tu corazón, ¿Cómo quieres que sea tu vida? ¿Cómo quieres evolucionar y crecer? ¿Qué quieres hacer con tu breve estancia en este planeta? ¿Qué es lo que realmente te importa en general? Los valores son cualidades deseadas de acción continua.
En otras palabras, describen cómo queremos comportarnos continuamente. Aclarar los valores es un paso esencial para crear una vida con sentido. En ACT, a menudo nos referimos a los valores como «direcciones de vida que escogemos”. Solemos comparar los valores con una brújula porque nos dan dirección y guían nuestro viaje continuamente. Estos valores actúan como guía para tomar decisiones y comprometerse en acciones que estén alineadas con una vida significativa y plena.
Acción comprometida (hacer lo que sea necesario)
Acción comprometida significa emprender acciones eficaces, guiadas por nuestros valores. Está muy bien conocer nuestros valores, pero sólo a través de una acción coherente con ellos la vida se vuelve rica, plena y llena de sentido. En otras palabras, no tendremos un gran viaje si nos limitamos a mirar la brújula; el viaje sólo sucede cuando movemos los brazos y las piernas en la dirección elegida.
La acción guiada por valores da lugar a una amplia gama de pensamientos y sentimientos, tanto agradables como desagradables, tanto placenteros como dolorosos. Por eso, una acción comprometida significa «hacer lo necesario» para vivir de acuerdo con nuestros valores, incluso si eso conlleva dolor e incomodidad.
Todas y cada una de las intervenciones de Terapia Cognitivo-Conductual tradicionales -como el establecimiento de objetivos, la exposición, la activación conductual y el entrenamiento en habilidades- pueden utilizarse en esta parte del modelo. Y cualquier habilidad que mejore y enriquezca la vida -desde la negociación hasta la gestión del tiempo, desde la práctica de asertividad hasta la resolución de problemas, desde el autocuidado hasta el afrontamiento de crisis- puede y debe enseñarse (siempre que esté al servicio de una vida valiosa y no al servicio de la evitación experiencial).
Flexibilidad Psicológica: La clave de la Terapia de Aceptación y Compromiso
Es importante destacar que los seis procesos centrales de ACT no son procesos separados. Aunque hablamos de ellos de esa manera con fines didácticos -para ayudar a aprender y aplicar el modelo ACT- es más útil pensar en ellos como seis facetas de un diamante. Y el diamante en sí es la flexibilidad psicológica (Harris, 2019)
La flexibilidad psicológica es la capacidad de estar en el momento presente con plena conciencia y apertura a nuestra experiencia, y de actuar guiados por nuestros valores. Dicho de forma más sencilla, es la capacidad de «estar presente, abrirse y hacer lo que importa». Técnicamente hablando, el principal objetivo de ACT es aumentar la flexibilidad psicológica.
Cuanto mayor sea nuestra capacidad de ser plenamente conscientes, de estar abiertos a nuestra experiencia y de actuar según nuestros valores, mayor será nuestra calidad de vida porque podremos responder de forma mucho más eficaz a los problemas y retos que la vida nos depara inevitablemente. Además, al implicarnos plenamente en nuestra vida y dejar que nuestros valores nos guíen, desarrollamos un sentido y un propósito, y experimentamos una sensación de vitalidad.
Utilizamos mucho la palabra «vitalidad» en ACT, y es importante reconocer que la vitalidad no es un sentimiento; es una sensación de estar plenamente vivo y de abrazar el aquí y el ahora, independientemente de cómo nos sintamos en ese momento. Podemos experimentar la vitalidad incluso en nuestro lecho de muerte o durante un sentimiento de duelo extremo porque «Se vive tanto en un momento de dolor como en un momento de alegría» (Hayes, Strosahl y Wilson, 2015).
Conclusión
En conclusión, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es un enfoque cognitivo-conductual altamente eficaz que te ofrece una forma sabia y resiliente de navegar por los desafíos de la vida. Al centrarse en la aceptación, mindfulness y el compromiso con acciones valiosas, ACT te ayuda desarrollar flexibilidad psicológica y a cultivar una existencia más significativa y satisfactoria.
Los seis procesos básicos de la ACT, que incluyen la defusión cognitiva, la aceptación, la conciencia del momento presente, el yo observador, la clarificación de valores y la acción comprometida, proporcionan un marco integral para que superes las dificultades psicológicas y avances hacia una vida acorde con tus valores.
Los beneficios de ACT son de gran alcance, con investigaciones que demuestran su eficacia en el tratamiento de diversos problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y dolor y el abuso de sustancias. Poner en práctica ACT requiere estar dispuesto a aceptar la incomodidad y participar en diversos ejercicios experienciales, pero la recompensa es transformadora.
Referencias Bibliográficas
Association for Contextual Behavioral Science. (2023). ACT randomized controlled trials since 1986. https://contextualscience.org/act_randomized_controlled_trials_1986_to_present
Harris, R. (2019) ACT made simple : an easy-to-read primer on acceptance and commitment therapy(2ª Ed.). New Harbinger Publications.
Hayes, S.C. (2021). State of the ACT Evidence. Association for Contextual Behavioral Science. https://contextualscience.org/state_of_the_act_evidence
Hayes, S. C., Strosahl, K. D. y Wilson, K. G. (2015) Terapia de Aceptación y Compromiso. Proceso y práctica del cambio consciente. Ed. Desclee de Brouwer
Wilson, K. J.; Luciano, M. C. (2002). Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) Un tratamiento conductual orientado a los valores. Ed. Pirámide